(KOSOVO NO SE VENDE) 

El narcoterrorista del UÇK y a la sazón primer ministro de una provincia serbia, Hashim Thaci, ha anunciado la convocatoria extraordinaria del Parlamento kosovar, que tendrá por objeto declarar la independencia de Kosovo y dotar a esta imposible entidad de símbolos que la hagan parecer un Estado.

 

La sesión se realizará a partir de las 15 horas, hora española y va precedida de fastuosas celebraciones de la población albanesa residente el la provincia serbia de Kosovo. Los albaneses se han lanzado a las calles de Prístina para dar rienda suelta a la euforia que supondrá un pasó más a la consecución del proyecto de “La Gran Albania” a través de la creación ex novo de este infame narcoestado.

 

Miles de albaneses realizaron ayer una marcha hasta el céntrico Gran Hotel, portando banderas albanesas y estadounidenses. La muchedumbre besaba las miles de banderas de EEUU. «Gracias a América estamos vivos» repetían los miles de albaneses, pues como es sabido EEUU es el gran garante de la Libertad, la Democracia y la Seguridad –como bien podrán atestiguar los ciudadanos de Irak, Irán o Vietnam-, y a los que el terrorismo del UÇK debe mucho.

Más de 200.000 albaneses procedentes de Albania y Macedonia han llegado a Kosovo consumando la ocupación de este territorio serbio, para celebrar con toda la pompa que requiere, un plan que llevan perpetrando durante mucho tiempo: La ocupación de un territorio hasta conseguir anexionarlo a Albania (que a todas luces será el fin del nuevo “Estado”).

 

En medio de toda esta vorágine festiva el pavor de la población serbia de Kosovo sigue en aumento. La tensión en la frontera es palpable y los reproches a la UE suben de tono.

El obispo Artemije, líder de la Iglesia Ortodoxa Serbia en Kosovo, ha hecho un llamamiento a la minoría serbia expresando que “nuestro mensaje para vosotros, todos los serbios de Kosovo, es que se mantengan en sus hogares y cerca de nuestros monasterios pese a lo que Dios permita a nuestros enemigos hacer”, pues “estamos esperando algo difícil y horrible” añadió.

 

Por el contrario en Belgrado miles de serbios han salido a la calle para mostrar su rechazo al expolio de la patria espiritual y cultural de todos los serbios, Kosovo.

 

Tras la declaración de independencia Kostunica comparecerá ante la televisión serbia para rechazar “la creación unilateral de un falso estado en el territorio de Serbia y explicar la estrategia de su Gobierno a este respecto”, según un comunicado de su oficina difundido por la cadena B92.

Así mismo seis ministros serbios se han desplazado a diferentes lugares de Kosovo para denunciar in situ tamaña tropelía contra la dignidad del pueblo serbio.

 

Por otro lado los 120.000 serbios que viven en Kosovo (6% de la población) y ante la sombra del recrudecimiento del expolio y limpieza étnica que llevan sufriendo desde antes de 1999 podrían optar a su vez por la independencia de los territorios donde viven en mayoría, del nuevo Estado kosovar, poniendo en riesgo el “pacífico” proceso independentista.

Kosovo No Se Vende.